Nuestro post “Las elecciones 2023 en Ecuador: La Gran Sorpresa, La Gran Mentira y la Hipótesis Sucia” presentó indicadores de que se produjo un fraude en las elecciones presidenciales del 20 de agosto de 2023.
Las cifras sugieren que “La Gran Sorpresa” – el gigantesco salto de Daniel Noboa de menos del 7% en 21 encuestas independientes al 23% en 11 días – puede haber sido el resultado de un fraude realizado por el CNE, la agencia gubernamental controlada por Correístas que gestiona las elecciones ecuatorianas.
La Hipótesis Sucia: quitando votos a otros candidatos, el CNE sustituyó a Daniel Noboa por Christian Zurita en el segundo lugar, permitiendo a Noboa participar en la segunda vuelta electoral del 15 de octubre, que él ganó.
Los Correístas veían a Noboa como un joven novato, fácil de manipular, muchísimo más preferible que Christian Zurita, el archienemigo de su patrón, ex-presidente Rafael Correa, prófugo de justicia viviendo en Bélica.
Nuestra publicación generó mucho calor. Los lectores quieren saber la mecánica del posible fraude, cómo se perpetró y como remediarlo.
Tom Warson PhD, politólogo, examina el tema...
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Para entender las elecciones ecuatorianas venideras de 2025, comencemos por el pasado: las elecciones del 20 de agosto de 2023.
Un artículo intrigante sobre esas elecciones, “¿Cómo hicieron el fraude electoral en Patria Nostra?”, fue escrito por el historiador y abogado Diego Demetrio Orellana.
Su argumento central: la cantidad de votantes registrados está abotagado por unos 1.700.000 “fantasmas”. Él tomó las elecciones de 2017 para ilustrar el punto:
(i) Había 12,8 millones de votantes registrados.
(ii) La población del Ecuador era de 16,4 millones.
(iii) La cantidad de votantes registrados fue extraordinariamente alta considerando la población total.
Pondremos los números al día, a ver si Diego Orellano tuvo razón.
- La población del Ecuador en 2024 es de 18.648.110.
- Los electores registrados sumaban 13.162.339 en agosto de 2023.
- El recuento de la población total debe ajustarse para excluir a las personas menores de 16 años que no son elegibles para votar.
A esa cifra hay que sumarle las personas de 65 años+: 1.520.590. Ellas tienen derecho a votar, pero legalmente no están obligadas a hacerlo. Las incluiremos todas. 11.105.406 + 1.520.590 = 12.625.996.
A esa cifra hay que restarle los ecuatorianos de 15 años; no tienen derecho a votar. Mi estimación aproximada: 305.867.
- Total de ecuatorianos que pueden registrarse legalmente para votar: 12.320.129.
- Conclusión: ¡12.320.129 personas que pueden registrarse para votar frente a 13.162.339 millones de votantes registrados! Diego Orellana tiene razón: el número de votantes registrados es indiscutiblemente inflado.
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Hay numerosas formas en que podría ocurrir tal inflación. La más común: no purgar a los votantes fallecidos.
¿Cuántos muertos hay entre los electores registrados en Ecuador? ¿1,7 millones – estimación de Diego Orellana?
Para responder satisfactoriamente, un PhD tesis se requiere. La información más reciente en el Registro Civil donde están inscritos todos los ecuatorianos se compararía con el padrón de electores registrados creado y mantenido por el CNE. Alguien que murió en 1990, por ejemplo, todavía podría figurar entre los votantes registrados, pero no figuraría en la última lista del Registro Civil. El CNE podría entonces eliminar a esa persona del padrón. En un momento mostraremos que ese tipo de coordinación interinstitucional no sólo es posible, sino que ya se lleva a cabo.
Hay varias maneras de purgar a las personas fallecidas en el padrón. Muchos estados llevan a cabo una purga automática de personas que no votan en dos elecciones sucesivos. Sin embargo, esto puede no ser suficiente, ya que se sabe que los muertos “votan”, por lo que permanecerían en el padrón. En otro artículo explicaremos ese “milagro”.
Otra opción sería una purga total tras cada 2-3 elecciones nacionales. El padrón se construiría completamente de nuevo con la información más reciente del Registro Civil.
También se podría realizar una purga total automáticamente cada 10 años.
En los Estados Unidos, no es obligatorio votar. No es el caso de Ecuador y los votantes registrados que no votan son multados. Excepciones: personas entre 16 y 18 años, personas mayores de 65 años, ciudadanos que viven en el extranjero y otros grupos (pequeños). Una purga ecuatoriana, entonces, requeriría una coordinación muy estrecha con el Registro Civil. Dicha coordinación ya existe: los ecuatorianos que cumplen 16 años de edad –están en el Registro Civil - son incluidos automáticamente en el padrón electoral. No se requiere ninguna acción por su parte.
A continuación: como los muertos votan – y votan “correctamente”.
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El autor, Tom Warson, es un ex-asesor político de senadores, asambleístas, gobernadores, alcaldes, concejales municipales y medios de comunicación. Trabajó para campañas electorales en todos los niveles; para gobiernos federales, estatales y locales; y para las tres ramas. Perito acreditado ante el Tribunal Federal, tiene un doctorado. en ciencias políticas y maestría en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Florida.
Su cliente más conocido internacionalmente:
Bill Richardson (1947-2023). Elegido siete veces a la Cámara de Representantes y dos veces gobernador de Nuevo México, Bill se desempeñó como embajador del presidente Clinton ante las Naciones Unidas.
Tom Warson vive en Cuenca, Ecuador desde 2011.
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